Recuerdos curiosos y sutiles...

Ya llevo un año trabajando con las sensaciones, probocando orgasmos, gemidos, susurros, caricias y apretones. Y he de decir que pocos se han quedado en mi recuerdo...

Recuerdo el primer hombre, viejo...un cuerpo que nunca antes habia visto, deteriorado por la edad, con el culo caido...no imaginé jamás que su miembro funcionara tan perfectamente y energicamente como lo hizo...recuerdo que era catalán y habia venido al Ifema, estaba de paso como otros muchos que aprobechan su anonimato en la gran capital para dar rienda suelta a ese placer tan ansiosamente buscado el cual ya no encuentran en su mujer. Algún que otro hombre joven guapo y seductor que nunca entiendes el por que de caer en un lugar así, porque por su aspecto dan a entender que les sobran las mujeres...luego comprendes que el gusto, para ellos es poder disfrutar sin compromisos, saltandose todos los preliminares y sin la necesidad de dar explicaciones a la hora de marcharse o bien esperan encontrar algo especial y Tantrico cansados de tantos revolcones con mujeres guapas que intentan atarlos de alguna manera. Muchos otros buscan aumentar su ego y exhibir su pene. Una vez tuve a un cliente de unos 40 años, era el típico madurito cachondo, moreno, corpulento, fuerte, una mirada misteriosa y una amplia y blanca sonrisa...su aire era de niño mayor, travieso y reservado. Al salir de la ducha, mojado, en toalla, los abdominales brillantes...creí que la que se iba a correr era yo y antes de darle el masaje. Hay veces en las que es realmente difícil contener las ganas de revolcarte y disfrutar, con este en particular, lo pasé realmente mal, era tan bonachón y estaba tan bueno! se tumbo boca abajo y empece a darle el masaje. No podía contener la curiosidad...como un hombre como aquel estaba en un sitio así? Me contó que conoció el mundo liberal y con él el de los masajes por su ex mujer, ella frecuenta este tipo de lugares y ahora de vez en cuando es él quien se da el capricho. Tenia una hija y vivía en Barcelona. Cuando llego el momento de darse la vuelta casi me muero, tenia un pene enorme!! a lo largo y a lo ancho! jamas en un año de estar viendo penes de todo tipo había visto algo igual. Y él era tan guapo y tan tierno... me dieron unas ganas enormes de besarle, acariciarle y pedir que me tocara igual que lo estaba haciendo yo, así que empezamos con el masaje mutuo, comenzaron las posturas y los suspiros, casi mas por mi parte que por la suya. Yo soy chiquitita y por lo que dicen manejable. Me cogía, me subía, me levantaba y me hacia sentir que flotaba entre unos brazos enormes, poderosos, me sentia deseada por un hombre que en mi dia a dia estaria fuera de mi alcance mas que nada por temas de edad. Llegue al orgasmo sin apenas roces antes que él,por supuesto intente disimularlo, se supone que soy yo la que lleva las riendas del masaje, no puedo dejar que noten que me he corrido. Luego llegó su turno, intente hacerlo lo mejor posible para que se acordara de mi almenos por unos dias. Fue un masaje perfecto hasta que la cagué...tengo la costubre de destruirlo todo cuando me siento comoda, porque es cuando me siento mas vulnerable, a merced de la situacion, me da pánico estar a gusto y sentirme bien con alguien, porque se que luego se ira y me quedaré con esa sensacion horrible de perdida, de vacio...asi que al terminar me pidió que me quedara un rato mas a su lado...pero no fui capaz, me gustaba tanto y me sentía tan vulnerable que lo único que salió por mi boca fue un - Vaya! no lo as echo del todo mal, a estado bien...
Me escuche hablar como una autentica jilipollas insensible y artificial, como si ningún sentimiento habitara mi interior. Me levanté y le dije, bueno, te dejo que reposes un rato, luego vengo y te paso a la ducha. No era la primera vez que me pasaba, me estaba empezando a comportar como una verdadera repelente. No quería crear un caparazón tan fuerte que luego fuese imposible, incluso para mi derribarlo. estuve una semana rara, sin saber el porque de mi reacción con aquella persona  que había sido tan perfecta conmigo y se había abierto y me había sentido de un modo tan sincero. Por que me quejaba del trato que recibía por parte de algunos y luego con los que eran encantadores era yo la repulsiva?
Recuerdo otra vez, en la que un chico que debía de ser modelo ( completamente depilado, de arriba a abajo, perfectamente bronceado, un peinado impecable, ropa cara y a la ultima) llegó con una maleta. Llegaba o se iba, no hablé mucho con él. Pidió un masaje thailandes, aunque luego quiso tocarme, fue muy excitante porque iba de duro y de guaperas, con aires de superioridad... pero luego ante el placer todos somos vulnerables, es lo bonito de este trabajo. Vas quitando capas a la cebolla en un tiempo récord, es asombroso lo que hace el contacto con la piel. No es necesario decir ni una palabra, hablas con tus manos con la mirada con tu cuerpo y vas revasando, vas quitando capas, consigues que se rindan y se corran...por muy repelente que sea una actitud al inicio...en la despedida siempre es muy parecida, totalmente rendidos al placer, al buen humor, a la relajacion. Me encanta, no hace falta ningun argumento, una persona llega enfadada con el mundo, asqueada por miles de motivos distintos para cada uno. Al llegar notas la tension, la palpas y te bates en duelo con ella hasta vencerla con el orgasmo. Es realmente bonito cuando tienes la paciencia y la fortaleza para saber ver este lado del trabajo. Como todos, hay veces que tus propios problemas te superan, y como tengas tu la misma actitud de astio...el masaje no va a ninguna parte porque no estás en disposicion de luchar contra la misma sensacion que invade tu cuerpo. Aunque hay veces en las que mediante el masaje encuentras el camino sin buscarlo para llegar a ese estado de ánimo que no encuetras de otro modo. Un estado de placer, serenidad, seguridad. Saber que eres capaz de proporcionar placer, saber que controlas un orgasmo es gratificante.
Otra vez vinieron dos chicos jóvenes, eran árabes pero muy guapos. El que me tocó a mi, pidió un masaje mutuo y permanece en mi memoria por que al terminal el masaje cuando estaba llegando al orgasmo empezó a gritar mi nombre como un loco - Diana! Diana! Dianaaaa!!
Yo me puse roja como un tomate pensando que mis compañeras estarían muertas de risa detrás de la puerta...y así fue, al salir todas estuvieron imitando al chico Arabe. Y para mi sorpresa y mi vergüenza descubrieron que tenia chupetones por todo el cuerpo, yo pensaba que eran pequeños mordisquitos, que me hacían reír, pero no, se dedicó a succionar todo mi cuerpo, cuello, brazos, espalda, tripa...fue muy divertido andar una semana con marcas de la succión de un árabe en mi cuerpo...
Otra vez, un chico de piel blanquecina y complexión delgada, llegó para darse un masaje conmigo, era guapo, pero resultó ser un maniaco de los gérmenes! Se trajo su propio aceite, no quería que le tocara en determinadas zonas y controlaba el tiempo que empleaba en cada parte de su cuerpo, era como estar dando un masaje con control remoto...fue muy curioso. Parecía que mas que disfrutar estaba sufriendo por que no me saliera del plan establecido. Así que me limité a tocarle con sutileza para que el hombre se relajara...se trajo hasta su propia toalla de casa...o es muy prevenido o está curado de espanto. Puede que sea un tímido pervertido aparentemente normal, de esos que se recorrer todos los puticlubs y pisos de masajes, hasta que un buen día pilló una enfermedad de las chungas haciendo el guarro y ahora sigue acudiendo a calmar su sed de pervertido pero mas que disfrutar se angustia por que no le vuelva a pasar nada raro.

En fin...algunos relatos contados de forma sutil ...